viernes, 15 de abril de 2011

Abril...

Abortivamente melancólico, ya ha pasado un año desde aquel padecimiento ahora he encontrado otro.

Indiscutiblemente estoy siendo arrastrada por los días, en las noches se me facilita la existencia.

Amenazaron mis palabras, me enfrente a la consecuencia de mis escritos, pero no los dejare incluso si tengo que tragármelos después, lo hare.

Mucho sol, para tanta sombra y tanto umbral de muerte en este salón, presentes los peores exámenes de mi vida y la miserable burla hacia la ignorancia.

Ya es abril, todos andan en celo, Dos extraños me persiguen e insisten en aceptarles su salida sospechosa, curioso…

Una amiga anda encanta por la nueva mascara de infeliz que traigo puesta.

Mi antiguo amor ha retornado y junto a ella mis problemas.

Problemas; mi mama anda alterada y yo convencida de que era a causa de su cumpleaños que se aproximaba…

Otro día que mi padre se ausenta, y otra gran discusión terminada en... verdad.

Verdad, ¿qué paso? , si incluso mentirme a mí misma resultaba tan sencillo.

No tengo mucho que esconder, frente a frente con mi pasado vigente, me quedo sin palabras.

¿Cómo justificarlo?...

Y aun preguntan cómo me encuentro, EXPUESTA, no tengo armas para enfrentarlo ni demostrar lo contrario.

No hay luz que me salve, toda esperanza se ha ido y me veo forzada a cambiar mientras las cosas se calman al menos. Necesito reconciliarme con el mundo, aunque de fracasada no me fue mal.

Debo pensar en ellos, de los que me acuerde, después de todo el tiempo logra eso, gente recordando más gente, que a mi modo de verlo solo conlleva a un gesto de gentileza innecesario. Ahí es donde recupero la razón.

Abril, cálido abril, me recordaste porque hay que esconderse, porque es bueno no tener un diario, ni una vida, y por qué hay que escribir limitándose y sin nada que cause disturbios.

Pero ¿sabes qué?, Puedes irte a la mierda!

Porque aunque te hago tributo no significas nada en este mar de tiempo, me inundo en el, pero en el vivo,

Aun si me pones el sol en cualquier dirección.

Tengo cosas importantes para prestarte atención, No tengo tiempo ni de comer ni de vomitar, ni tampoco tengo tiempo de equivocarme, Ni siquiera tengo tiempo para eso!

Pero ¿por qué un maldito mes que me quiere joder, habría de importarme?

Si tengo como mil citas médicas pendientes, y solo siete meses para graduarme…

Si tengo que empezarme a construir una rutina mediocremente estable, donde solo cabe una persona y de relleno otra.

Como deseo que se acabe el mundo, pero me veo obligada a acabar con él. Comencemos con acabar este mes.

Disculpen mi gran complejo, ustedes han sido tan pacientes, como yo lo he sido con cada final y cada comienzo.


No hay comentarios: